miércoles, junio 25, 2008

Lógica: La ventana del mañana.

Uno va perdiendo cosas, inevitablemente; y es verdad que la persona que sabe ver el vaso medio lleno antes que medio vacío querrá decir que siempre se van ganado otras, pero en períodos como estos son los detalles que dejan de estar los que van tomando más peso en mi vida, de una manera lógica, encuentro yo.

Debo admitir que hay una gran cantidad de nuevas sensaciones que he ido experimentando a lo largo de estos seis meses que ya van de año, en función de todo lo que he sembrado y hoy veo dar frutos, mas nada indica que exista una razón de fuerza superior capaz de tronar en todo esto.

Indico mi camino con un currículo que es realmente notable: muchísimos más altos que bajos, han llenado este tiempo de tranquilidad mi andar, que es un presente que he ido trabajando con los años en pro de una vista al mañana que vendrá ligeramente más aceptable que lo que vi llegar años atrás.

Sabría esconder mis penas con cada una de las pequeñas glorias que he cosechado, mas no serviría para ocultar la sensación de que hay cosas que van quedando, no atrás, sino en un sistema paralelo que nunca existió, pero que sin embargo recuerdo como anhelo permanente.

El ordenamiento casi perfecto de la vida es algo que nunca dejará de sorprenderme: el saber que remediar la existencia de baches en el camino del círculo de una manera ordenada y sin aviso previo, es algo que he ido aceptando a lo largo de los años, llegando a no poner resistencia alguna, más bien apoyando el curso de la lógica de los pasos guiados por esa magia que nos dio la luz del nacimiento.

Aprender a entender que los detalles no perfeccionados por todos o alguno de nosotros ha creado el motor que le da la fuerza a la evolución en función de ordenamiento. La estructura de un orden corporal sistemático relacionado con lo evolutivo del crecimiento mental del ser humano, es la base de la lógica que va tomando el mundo del círculo. Cada uno de los detalles que no fueron mejorados por nosotros son lo que hoy nos indica lo que debemos estar viviendo, mas no lo que se siente dejado.

Comprender que existe una diferencia entre lo que se vive y lo que se podría estar viviendo es lo que nos señalará avanzar a la siguiente etapa. Debo aceptar y decir que me costo bastante asumir que el siguiente paso no se realizaba por lo que queríamos construir, como ha sido en casi todos los puntos del crecimiento del círculo, sino en concretar lo que se vive y perfeccionar cada vez más la mente para superar de manera óptima todo aquello que se siente que podría existir y que, por lo menos hoy, es parte de ese paralelo que claramente vendrá en el futuro.

Disculpando mis desplazamientos de orden temporal, que sé que sabrán entender de la mejor manera, me despido, sin antes dejarles como tarea personal, analizar no solo este texto, sino también el que existe en nuestro cuerpo, logrando así asumir el poder de la mente versus la realidad que nos rodea.

Como siempre un poderoso abrazo, de todo corazón, a ustedes, que son y serán mis hermanos por siempre.

jueves, febrero 28, 2008

tranqui.

Quiero escribir porque quiero soltar una gran cantidad de pensamientos que fluyen por mi cabeza. Quiero escribir, ya que quiero desahogar vivencias y reflexiones que me han ayudado a formar un carácter distinto, una forma de ver las cosas que me está caracterizando en estos días. Quiero escribir ya que he logrado entender rumbos que he tomado y decisiones que han marcado futuros cambios.

Adoptar una postura puede, sin duda alguna, lograr cambiar lo que vendrá: mi vida se ha afectado por altos y bajos en estos meses; quizás, y en orden cronológico, sería bajos y altos.

Recordar mi pasado, en función de mi posición en lo netamente relacionado al estudio, me hace entender que, siendo fiel a mi sistema de filosofía, existen nuevas y mejores oportunidades que han ido apareciendo ordenadamente a lo largo de los meses. Tras el paso por el fracaso, mi universo personal tornó a moverse en son de equilibrio: búsqueda inconciente por la tranquilidad. Paralelo a lo mencionado, debo decir que emocionalmente no era de fiar; no alcanzaba a dominar las penas que ya son solo recuerdos; y quizás, mejor dicho, absolutamente, fue parte del proceso en descenso que tuve.

Hoy día el cuento es distinto, de una forma hermosa, diría yo. Hoy los sentimientos que reinan mi persona son de carácter positivo, y no tan solo porque entienda yo que son cosas buenas, sino también porque abarcan un ideal tan poderoso, que da pie a tanto reflexionar, de aquel que te deja alegre emocionalmente.

Estos últimos días he intentado ordenar las cosas que han sucedido y he logrado encontrarme con hermosas situaciones: por un lado esta mi familia, y aprovechándome de lo que mi madre me decía anoche, debo ser sincero y objetivo al decir que estamos en un gran momento, por mil y una razón distinta que hemos logrado trabajar y perfeccionar. A su vez se encuentra mi visión de futuro laboral, por llamarle de alguna forma, en la cual me emociona decir que tengo en mi una segunda y valiosa gran oportunidad que quiero con todo mi ser desarrollar al máximo. Emocionalmente me siento poderoso, enfocado y sincero con mi alrededor y mi propio ser. Siento que la magia reina y que he de seguir creyendo cada día más en ella.

Hoy la vida me ha de recordar que estoy vivo. Hoy Dios me hace recordar mis mejores frases, mis mejores discursos, mis mayores logros, y me hace entender que la vida sigue y que tengo la oportunidad de continuar mi camino. Hoy no podría sentirme solo, tengo tantas cosas que me alegran día a día, tantas ganas por explotar todo eso que siento que brilla, y una fuerza inmensa por querer conseguirlo.

jueves, septiembre 13, 2007

Carta 2

Una primera pincelada a los actuares ya efectuados, dejan en claro una gran tranquilidad, en promedio, de cada hecho realizado por mi persona. Reflejan la gratitud que entrega saber que, vivido este primer bloque, los resultados han sido bastante alentadores.

Han pasado ya las semanas y la nueva estrategia ya se ha llevado a la marcha. Mi rostro cansado y mis reflejos en función de alguna materia a la supuesta hora de descanso, indican que he logrado mantener un ritmo en este juego.

Altos y bajos, logro identificar en este proceso: mi padre y familia, paso a paso, poco a poco, han mutado su visión egoísta y poco creyente ante mi persona, obviamente nombradas así de un punto ya conocido, como ustedes han de saber muy bien, después de todo el agitado vivir que he tenido estos meses. Debo reconocer que me alegra bastante saber que los enfoques tienden a cuadrar y los horarios no topan más allá de la cuenta. Sonrío de alguna forma peculiar al sentir que mis logros personales superan lo expuesto en fechas similares, semestres anteriores. Mas, no es lo único que sucede. Pesa excesivamente el sentir que pasan días y semanas sin verles, sin gozarles aunque sea por algunos minutos; por que los vi quizás hace unos días, obviamente por separado, mas aún no se rompe el hielo que va creando la posible distancia. Suena excesivo y sé que no es tan así, es solo una particular forma de ver las cosas.

No sabría explicar, pero tiendo a recordar más de algún momento, de esos que debo tener almacenados en mi mente. Es como el sentir que creo haber tenido, años atrás, cuando vivía en el extranjero: saber que debes terminar metas, entender conceptos y torcerle, lentamente, la mano al destino, para poder gritar en son de victoria.

Podría decir, sin temer a posibles repercusiones, que ustedes son el concepto más cercano a la palabra victoria que yo podría tener. Ustedes entienden mejor que cualquier persona que, en algún futuro, leyese esta humilde carta, las ideas de trasfondo que humanamente intento transmitir.

Acabo de apretar el botón rojo del teléfono inalámbrico que tengo en casa y de alguna extraña forma, el cansancio mencionado ya no es tan difícil de batallar.

Acá termina este segundo documento, acá dejo en puntos suspensivos la batalla que día a día he de realizar.

Por mi, por un mañana, por ustedes y todo lo que han de brindar a mi alma; un los amo de todo corazón.


Nicolás Escobar Hurtado.

martes, agosto 28, 2007

Carta 1

Dirigida con todo cariño y afecto a quienes nombro Circulo. Enfocada en las personas que han de alimentar mis fuerzas cada vez que ha de ser necesario. Palabras de corazón a corazones.


Me conocieron dando y no solo lo que me sobraba, sino lo que fuese necesario dar para ver que aquella semilla, de aquellos años, fuese el árbol de grandes frutos que es hoy. Vieron de mis pasos débiles y poco enfocados una gran fuerza espiritual en función de futuro que hemos logrado vivir. Vieron mis ojos iluminados, mis manos abiertas y mi cabeza en alto. Conocieron mis secretos que terminaron siendo nuestros. Creamos tesoros y aprendimos a palpar victorias y derrotas. Entendieron mi filosofía y captaron cada uno de mis gestos al hablar. Grabaron mi voz en sus corazones y dieron de mi vida un motivo inmenso para poder querer disfrutar cada detalle.

Como indicó la vida, cada día del ayer ha de ser una prueba pasada y los resultados han de ser expuestos al comenzar un mañana. La vida nos enseño y nosotros quisimos aprender. Uniones más allá de lo común experimentaron nuestros cuerpos bajo el ambiente de velas y verdades de alma que aumentaron nuestros años de madurez en tiempo record.

La movida del juego eterno expuso un orden casi perfecto en cada uno de nuestros movimientos. La luz fue encendida por nuestra magia y la fidelidad se probó como cada una de las ideologías básicas que un ser ordinario ha de retener en sus pensamientos.

Cada etapa tenía su título y más allá de lograr llegar al entendimiento en su tiempo, por decirle de alguna forma, las eras avanzaron y nuestros nombres se han mantenido. Hoy, la historia es un poco distinta a lo conocido; no quiero alardear con lo expresado, pero todos sabemos que cada uno ha de mantener un elemento simbólico en este hermoso cuerpo.

Me tocó vivir mis vivencias y aprender a levantarme luego de haber sentido el golpe de la vida. Nuestras rutinas cambiarán y quizás lo esperado a cada fin de semana no será igual.

Expreso en estas líneas lo grande que han logrado ser en mi vida. Siento que después de ustedes no podría haber mucho más. Los amo y lo saben y el sentir se ha expresado por años. Un sentimiento mutuo que no cambiaría por nada en este mundo.

Siento que debo cumplir esta prueba y me entristece el saber que podrían sentir que he de tener un mal trato con ustedes por querer terminar todo en orden. Siento que, claramente, se podría ver así, pero más allá de todo aquello, tengo años de respaldo para poder decir que el amor que sentimos no será superado por una prueba, más allá de lo largo que esta sea.

Mi futuro es incierto y necesito encontrarme. Ustedes saben como soy. Solo pido un poco de compresión, apoyo y tiempo.

Tengo una meta y necesito concretarla. Tengo una misión y tengo la fe suficiente para poder decir que llegaré a ella. Paralelo a lo que vivo, sé que he alejado mis días de ustedes, y el dolor que provoca aquello es difícil de expresar. Comprenderán, lo sé. Nos conocemos demasiado, solo necesitaba expresarlo.
Con el mayor de los afectos a Alberto y Nicolás.


Nicolás Escobar Hurtado

domingo, agosto 12, 2007

puzzle de vidas.

Nueve y veintiocho de la mañana, decimosegundo piso del edificio de propuestas de marketing empresariales. La sala esta compuesta por una gran mesa llena de inversionistas y un comité creativo vario, listo y dispuesto a escuchar la idea y propuesta innovadora del personaje en cuestión. Un telón con un apoyo en Power Point y la típica gran ventana que da la metrópolis, allá en el nuevo mundo.

Entra el personaje, con terno y corbata, como suele ser en este tipo de ocasiones, más allá de que le guste o no el atuendo, debe impresionar, impregnar confianza y credibilidad, lucir intachable y presentarse como un amigo, de tal manera que todo salga en orden y la idea nazca con sabor, con alegría y con llegada, punto clave en esta clase de situaciones.

Luego de presentarse y de tomar el control, ya que hoy por hoy todo es digital, toma un vaso con agua, de esos que son pantalla en realidad, ya que nadie los bebe, solo un gesto más de relajo. Saluda a los anfitriones y comienza su propuesta.


La idea es simple, trata de la historia de sincronizaciones de esas que la vida regala; de ese juego de puzzles y acertijos que van uniendo vidas sin que nos demos cuenta. La primera escena es lucir un parque, de esos que todos tenemos guardados en la mente, con juegos infantiles, jóvenes solteros que salen y sacan a pasear sus mascotas y una combinación de verdes que le da el toque de verano al asunto. Una pareja, con unos cuantos años de matrimonio en su vida sacan a pasear y a recrear a su hijo. El infante corre a los juegos, donde obviamente las reglas cambian; él se pierde y se junta a otros de su raza, como por inercia. La pareja queda sentada en una de esas bancas tradicionales que bordean el parque. Cuatro niños corren tras un balón que parece globo, dos más se ven subiendo y bajando de uno de esos juegos llenos de tubos y figuras extrañas que solo su creador y un estudio previo sabrían describir. El hijo, por su parte, se hipnotiza de alguna peculiar muestra de amistad entre dos palomas que comparten su alimento sin importarles nada. A lo lejos, llega otra pareja, dos hijas y un perro. Una de las niñas se suma al seguir la pelota que no para de rebotar, pero la otra hermana, queda impresionada, sin asumirlo, de aquel niñito que ya ha dejado de ver palomas y que camina sin sentido por todos lados. Este sería el primer momento clave: ambos se ven y se sonríen, no hay más explicación que una atracción de edades, en función de la diversión infantil. Una linda tarde en el parque.

Los años pasan y las vidas cambian. Por motivos que sinceramente no me interesa indagar, una de las familias termina viviendo y formando su vida, a regiones de distancia de aquella tarde. El niñito crece y aprende. Han pasado los años y sueña con ser astronauta, ya no cree en el Viejo Pascuero, pero sigue sintiendo que los sueños se pueden alcanzar. Estudia como niño normal y va adquiriendo las típicas costumbres de niño/joven en pubertad. El tiempo avanza y los gustos también.

El niño ya es un joven y por esas casualidades lo invitan, familiares de él, a pasar un verano en la ciudad. Estando allá, es invitado a un Mall. Supongamos que es un día sábado y que cientos de personas también han decidido ir a pasar el rato a ese mismo lugar. Entre compras y compras él se topa con gente sin darse cuenta. Imagínense aquí el segundo momento clave: él hablaba a su derecha con no sé quien, y sin darse cuenta le bota las bolsas a una pareja de señores que iban en sentido contrario. Era una pareja de edad avanzada y una hija que, sin presenciar la escena miraba aquella tienda de música que tenía el nuevo CD de promoción radial. Él joven pide sus respectivas disculpas y sigue su camino.

Los años han pasado. Unas cuantas historias amorosas trae él con sus pasos, unas cuantas victorias y unas tantas guías en su mochila que debe terminar antes de que termine la semana. Él ya va en cuarto año de algún tipo de ingeniería y sus actos ya no son los de antes. Él busca algo en esta vida y quiere conseguirlo. Ahora solo se impresiona con palomas industriales que se pelean su alimento a costa de un mundo que avanza a toda maquina.

Uno de esos días, se le presenta una junta de amigos, pongámosle una de aquellas juntas de curso, reuniones de generación, por llamarles de cierta forma. Aquella noche y sin tenerlo meditado desde antes, se presenta el tercer y quizás último momento clave: entre amigos y compañeros, entre cambios de estilo de algunos y físicos de otros, él se siente a gusto. Hay más gente de lo esperado, ya que algunos han llevado amigos y se ha creado una junta un poco más grande de lo que imaginaba. La cosa es que pasa lo siguiente, ahí esta él y ahí esta ella; que sin importar mucho su historia paralela se ha visto invitada al mismo lugar. Las cosas han cambiado. No hay recuerdos de aquella tarde en la plaza ni de haber topado con su padres aquel sábado, años atrás. Las cosas han cambiado, ahora ellos tienen el poder de ver lo quieren ver y de sentir lo que la vida les ha hecho poder sentir. Se ven y el flechazo es espontáneo. Entre chistes y frases de momento, se ven conversando de algún tema que no tiene mayor importancia, pero que los hace sentir tan unidos, tan felices, tan… tan el uno para el otro.

Los meses ya han pasado ya. La junta terminó aquella noche y cada uno para su casa. Él se durmió feliz, sabiendo que un nuevo número de celular, le estaba cambiando sus hábitos.

Luego de pasar por el proceso de invitaciones a comer y de aprender de sus detalles, el primer beso se dio a la luz. Ellos ya son pareja y hoy se les ve caminado de la mano por alguna plaza, no como era antes, sino como su presente en función de un pasado sincronizado lo ha presentado.

lunes, julio 30, 2007

Hallándole figuras a las nubes.


Es un proceso de pasos a pasos: es comenzar cerrando los ojos estando en tu cama, y abrirlos sintiendo al aroma tan único que regala la naturaleza en una de aquellas llanuras europeas, de esas que nos recuerdan campos infinitos bañando de pies y armadura a algún cerro perdido en el horizonte. Es recostarse en el verde, perderse entre cariños que nacen entre el pasto y el viento. Es mirar el cielo, contemplar su enormidad y aguardar por aquel único momento. Es parte de la lista de los mejores espectáculos que podríamos tener. Hallándole figuras a las nubes, me encuentro. Por favor, no me molesten, no traten de persuadirme, que no me sentía así desde hace ya mucho tiempo. Es toda una novela la que tengo presente, actores, escenas y hasta drama incluido. Vidas que se expresan en momentos tan simples y precisos, llenos de detalles y alegrías que hacen de mi corazón un lugar lleno de sonidos y ritmos que quizás solo tú puedas entender. Es esperar por algún motivo, de esos que sientes a veces tan ideales para ser rescatados, es saber que gracias a ti muchas tardes han tenido sabor a algo más que alegría. Es saber que quizás no nos hemos dado cuenta de mil cosas que arman de nuestra línea algo extraño. Es saber que, como dice la canción que escucho justo en estos momentos, no sabría decir que inocente excusa quisiera utilizar para poder hablar de todo eso que está ahí, presente. Es saber que quiero crear excusas para hacerte sentir ver todo este paisaje, todo este espectáculo de nubes que nos miran, cubren y hablan cada vez que pueden.

martes, julio 24, 2007

Contigo

Levantar la copa por no sentir el temor que producen las palabras de aquel poeta callejero que pensó en cambiar, en dejar de sentir un beso algo dulce y de quitarle el azul al cielo.

Levantar la copa por no dejar de ver poesía en un pan, en un vino, en un estrellar de brillos de ojos; por no dejar de sentir hasta la mismísima soledad como la mayor de las compañías.

Levantar la copa como la levantan los campeones, los gloriosos y los que logran encontrar el mejor de los finales en un tope de mejilla con la ola vecina.

Levantar la copa y no perder el horizonte, que termina siendo lo más importante jamás imaginado, saber que contiene ese frasco y llenarse de ganas al saber que existirán nuevas y mágicas aventuras por las cuales pelear.

Levantar la copa, por quienes invaden sueños y por quienes te los regalan mientras caminas por la avenida más transitada de la urbe.

Levantar la copa por ustedes, amigos míos; por su salud y sus virtudes, que hacen de este ser caminante el hombre más afortunado de la vida; por cada detalle que llena de colores este paisaje; por sus segundos unidos a los míos, por todo y mucho, mucho más que eso.

De corazón, salud.